Después de casi 12 meses de preparación y de una campaña que, a través de internet, causó expectativas cuando dejó ver a una “mujer lobo”, la colombiana Shakira presentó en octubre pasado su álbum Loba.
En él muestra, además de una imagen sensual y sugerentes movimientos corporales, un sonido “discotequero”, al permitirse explorar en la electrónica y los sintetizadores, además de utilizar por primera vez efectos de voz.
Alejandro Fernández hizo lo propio para cerrar el año con nueva y doble producción: un álbum con sonido pop y otro con temas rancheros de la inspiración de Joan Sebastian.Sus Dos mundos: Evolución y tradición incluye cortes inéditos, como el ya polémico Unas nalgadas, que levantó críticas por considerar que promueve la violencia hacia el género femenino, de acuerdo con el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal.
Es además el primer álbum con su nueva casa discográfica, luego del acuerdo alcanzado con Sony Music Entertainment México, por el uso de temas grabados y no utilizados en su contrato, los cuales saldrán al mercado bajo el título de Diferente.
Cristian Castro también presentó un repertorio inédito bajo el título de El culpable soy yo, uno de los más ambiciosos de su carrera, de acuerdo con el intérprete de Azul, y para el cual trabajó con productores como Kike Santander, Kiko Cibrián, Armando Ávila y A.B. Quintanilla III
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