La felicidad le ha dado la espalda a Cristian Castro. Aunque el cantante mexicano no se siente responsable de tal situación, reconoció en su disco, El culpable soy yo, haber apostado a un amor a contracorriente y que al final terminó en despecho.
"No tengo la culpa de no ser feliz, digamos que el deber de todos los seres humanos es ser feliz, no tuve la culpa porque no pude serlo. No tuve la culpa porque hubo un desencanto ni del despecho que ella tuvo hacia mí tampoco; solamente tengo la culpa de haberlo intentado y de haber fracasado", confesó el artista, quien consideró un error el haber contraído matrimonio tan pronto.
Del largo y conflictivo proceso de divorcio, el cual afirmó lo dejo en la ruina, el intérprete de Azul y No podrás indicó haber recibido una gran lección.
"Lo que realmente me enseñó todo esto es hacerle caso a mi mamá, hacerle caso a la abuela, a tomar el consejo y no pasarlo por alto sólo por complacerme a mí, por mi sentimentalismo por una mujer", explicó, además de reconocer que Verónica Castro nunca vio con buenos ojos a su ex mujer.
Finalmente, Cristian Castro añadió en entrevista con un importante diario boricua, que la otra lección que aprendió después de su separación fue que debe tener sólo novias, no esposas.
"Lo que pasa cuando firmas es que, después que se acaba, pasas esos nueve meses de telenovela", expresó Castro, quien hace unos días declaró su disgusto al no ser elegido como uno de "Los 50 más bellos" de una revista.
"Con novia siempre funciona bien, y de pronto, si se pone muy formal, se pone tenso. Estoy disfrutando la soltería, saliendo con amistades, con chicas que me gustan, pero nada más. Ojalá que pronto aparezca una novia", concluyó.
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